[metaslider id=4539]
Limpieza de oficinas diaria: En este tipo de limpieza deberás incorporar varios hábitos y rutinas diarias que apenas te llevarán tiempo y merecerán la pena para tener limpia tu oficina. Entre las tareas más destacadas están: quitar el polvo de las superficies, tirar la basura de las papeleras colocando bolsas limpias, utilizar ambientador, barrer y airear el espacio abriendo las ventanas para que se ventile. También es conveniente limpiar las pantallas y teclado de los ordenadores para que no acumule polvo, ya que las partículas de polvo se suelen alojar fácilmente entre los espacios de los teclados.
Limpieza de oficinas semanal: En cuanto a las tareas de limpieza de oficinas aconsejadas para realizar semanalmente, recomendamos: limpieza ventanales y repisas. Se debe limpiar más afondo las mesas y muebles para abrillantarlas. De igual forma los interruptores, pomos de puertas, etc. Volver a limpiar el suelo y fregar, esta vez prestando más atención a los huecos debajo de la mesa, ya que muchos trabajadores suelen comer algo en el puesto de trabajo, quedando los restos entre los rincones de las mesas.
Limpieza de oficinas mensual: Para la limpieza de oficinas mensual no dejaremos ningún detalle sin limpiar, ya que debe ser la limpieza más profunda que realicemos. Para ello, realizaremos todas las tareas anteriormente detalladas y además limpiaremos todo tipo de adornos, jarrones, figuras, etc. Al mismo tiempo, aprovecharemos para lavar y planchar cortinas y cualquier otro elemento de tela, como por ejemplo las alfombras y moquetas. Si tienes ventiladores, retira el polvo que suele acularse en las aspas. Haz lo mismo con cualquier aparato de aire acondicionado, estufas y demás aparatos electrónicos. Para una limpieza más profunda del suelo, se podría abrillantar una o dos veces al año.
A la hora de poner en práctica lo anterior, una buena organización por zonas resulta fundamental para llevar a cabo una limpieza profunda y óptima.
A continuación resaltamos algunas de estas zonas que deben estar presentes en cualquier limpieza de oficinas:
Mobiliario: En la limpieza de oficinas es fundamental para la higiene personal retirar el polvo del mobiliario, principalmente por razones de salud. Es lo que primero debemos hacer. Utiliza plumeros, bayetas y trapos aplicando limpia polvos. Si es jabonoso, el efecto será más duradero, siempre que después lo seques con otro trapo.
Muebles tapizados: Nos referimos a sillones, sofás y sillas que en muchas ocasiones suelen estar en las recepciones de las oficinas. Para la limpieza de estos muebles nos podemos ayudar con un aspirador para observar toda aquella suciedad que recubre la piel o tela, pero siempre sin mojar estos materiales en exceso, ya que podrían mancharse.
Aparatos Electrónicos: Para llevar a cabo su perfecta desinfección se puede utilizar también una bayeta de microfibra humedecida con agua y una solución de detergente neutro, pero con cuidado para no mojar los equipos ya que podríamos perjudicarlos. Este tipo de limpieza es especialmente necesaria y precisamente es la que solemos obviar. Constantemente nuestro cuerpo está en contacto con estos aparatos y como consecuencia de todas las partículas infecciosas que se pueden albergar en ellos: nuestra boca permanece cerca del teléfono, los auriculares en los oídos, las manos en el teclado…
Mesas y demás mobiliario sintético: Este tipo de material es muy fácil de limpiar con aguay jabón simplemente. Utiliza una bayeta de microfibra y humedécela en la solución que hayas preparado. También puedes añadir detergente neutro para dejar un acabado perfecto.